Carlos Santana: "He perdonado al hombre que abusó sexualmente de mí cuando era niño"

Es una leyenda viva, es el maestro de la fusión entre el blues y los sonidos afrolatinos, el inventor del rock latino, el creador de un sonido propio. Es uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, el autor de canciones tan míticas como Samba pa ti, Corazón espinado, Europa, su versión del Oye como va de Tito Puente, de Black Magic Woman de Fleetwood Mac y tantas otras.

Ha vendido más de cien millones de discos en las casi seis décadas que lleva haciendo música, es el único artista junto con Michael Jackson en haber ganado ocho premios Grammy de una tacada en una sola noche (fue en el año 2000 de la mano de su álbum "Supernatural"). Lleva desde finales de los años 60 haciendo enloquecer al público con su ritmo. Y podríamos seguir… Con todos ustedes, Carlos Humberto Santana Barragán, más conocido como Carlos Santana o simplemente Santana, nacido en 1947 en la localidad mexicana de Autlán de Navarro.

En 1969, cuando tenía 22 años, dejó boquiabierto al público de Woodstock con una electrizante actuación que ha pasado a la historia. Y este verano, a sus 78 años (los cumple el 20 de julio), promete llevar al delirio al público español con su gira Oneness Tour, con la que visitará varias ciudades, incluida Madrid, donde el 28 y 29 de julio actuará en Las Noches del Botánico. Hablamos con él por videoconferencia.

PREGUNTA. Usted ha conseguido que haya un sonido Carlos Santana, ha conseguido tener un sonido propio, inconfundible, absolutamente reconocible. ¿De dónde sale ese sonido?

RESPUESTA. El 99% es obra de Dios y el porcentaje restante es de mi madre y de mi padre.

P. Su padre era mariachi y, si no me equivoco, le enseñó a tocar el violín antes que la guitarra. Quizás por eso su relación con la guitarra es tan especial y distinta de la de otros músicos, ¿no cree?

R. Puede ser. Cuando llegué a Tijuana y después a San Francisco, empecé a agarrar cosas de los húngaros, de gitanos de Budapest como Gábor Szabó, de Segovia, de Manitas de Plata, de B.B. King, claro…. Y también aprendí de mis hermanos de Inglaterra: de Eric Clapton, de Jeff Beck, de Jimmy Page. Pero todos ellos, igual que yo, aprendimos de Buddy Guy y B.B. King. lo que pasa es que yo extendí mi portafolio, Santana no es una persona que nomás sabe una cosa. Yo puedo articular música del mundo, música de la vida. Yo, gracias a Dios, no estoy aquí para representar a ninguna bandera ni a ningún país. Yo no nací para eso, yo no nací para el patriotismo.

P. ¿Para qué nació usted? ¿Cuál es su meta en la vida?

R. Yo nací para unir todos los corazones con la luz, porque venimos de la luz. Somos seres divinos, somos luz.

P. Usted sufrió abusos sexuales siendo niño, desde los 10 hasta los 12 años, según reveló recientemente. En alguna ocasión ha declarado que perdona a su abusador. ¿De verdad le perdona? ¿Hasta él es un ser de luz?

R. Sí. Mandar a una persona al infierno significa que tú también vas allí con él. Pero si perdonas, supone abrazar la luz. Perdonar es muy difícil para la mente de una persona, pero para el corazón no es dificultoso. Para la mente sí que lo es porque la mente es la casa del ego. El ego es creerse superior, el ego es en parte machismo, aunque hay que decir que también hay machismo entre las mujeres. El machismo es fruto de la gente que tiene miedo y que tiene un sentimiento de superioridad. Todos somos iguales en la luz de Dios, lo que ocurre es que todavía estamos preparándonos para graduarnos de la escuela de burros y changos, y eso hace que nos olvidemos de que somos luz y seres divinos, y de que con eso se pueden hacer milagros y bendiciones. Los milagros y las bendiciones no pertenecen sólo a Jesucristo, a la madre Teresa o al papa, cualquier persona puede llevar a cabo bendiciones y milagros. Dios los da para todos.

"Yo nací para unir todos los corazones con la luz. Somos seres divinos, somos luz"

P. ¿Pertenece usted a alguna religión en concreto?

R. Yo me considero un espíritu multidimensional. Yo soy para todos, pero no le pertenezco a nadie, solamente a Dios. Yo respeto lo católico y lo apostólico romano y esto y lo otro, pero yo soy un espíritu libre. Yo no quiero estar en una jaula de patriotismo ni de religión, porque eso significa que te han adoctrinado, que te programaron para pensar de manera limitada. Yo no pienso de manera limitada porque yo soy un espíritu multidimensional. Cuando me levanto, en cuanto abro mis ojos, le doy gracias a Dios por el aire en mis pulmones, por las ideas en mi mente y por el anhelo en mi corazón de elevar a la gente que sufre a causa del miedo. Hoy en día hay mucha gente joven que se está suicidando, ¿sabes por qué? Porque pierden la fe y ya no tienen entusiasmo por la vida. Yo toco música para darles alas a los corazones y que se acuerden también ellos de que pueden volar en el cielo infinito de posibilidades.

P. ¿Cree que la música, su música, tiene la capacidad de transformar a las personas que la escuchan?

R. Exacto. En Japón, en África, en Irlanda, donde quiera que vayamos a tocar, se genera una ola de luz que abraza a la gente, y la gente empieza a llorar, a reír, a bailar y quiere hacer el amor allí delante de todos. Eso lo que quiere decir es que están abrazados por el Espíritu, porque cuando el Espíritu te abraza sientes un desahogo, sientes que te estás despertando de la pesadilla. La pesadilla es estar separados de Dios, esa es la pesadilla.

P. ¿Y usted no tiene momentos de crisis, momentos en los que duda de la existencia de Dios?

R. No, mi madre me enseñó que Dios está en el centro de mi corazón. Y cuanto más difíciles se ponen las cosas, más fe tengo yo en que Dios y yo somos uno.

P. En 1969 usted protagonizó una apoteósica e histórica actuación en el festival de Woodstock. ¿Qué recuerda de aquello?

R. Me acuerdo de que fue una experiencia muy divina, de que se sentía mucha armonía entre la gente. Esa gente no estaba con la guerra en Vietnam, ni estaba con el Ku Klux Klan, ni estaba con el departamento de inmigración (ICE) ni con Donald Trump. Los hippies sólo queríamos curar, complementar y vivir en armonía. No nos interesaba ni el patriotismo ni la religión, eso no es para nosotros los hippies.

P. En el mundo actual, repleto de conflictos, ¿echa de menos un movimiento como el de los hippies?

R. Sí, y por eso estoy planeando para 2026 o 2027 un evento similar a Woodstock que dure viernes, sábado y domingo, con bandas y músicos que yo invite como Eric Clapton; Earth, Wind and Fire, músicos africanos, gitanos, gente de todos lados. Queremos que sea un evento global y que la gente no tenga miedo de estar junta y de unirse, como ocurría con los hippies. Porque la gente hoy tiene miedo a estar junta. En los años 50 la gente tenía miedo de la guerra nuclear, de que pudieran lanzarse bombas atómicas y acabarse el mundo. Ahora es parecido: Corea, Rusia e Irán quieren ‘fajarse’ contra los Estados Unidos, pero por cada bomba que ellos tengan, nosotros tenemos 22. Nadie ganaría si hubiera una guerra. Yo quiero hacer conciertos para que la gente entienda que podemos existir en armonía, unión, respeto y compasión. La gran fiebre, la gran infección que sufrimos, es que a la gente la han programado para creer que Dios y nosotros ya no somos uno, que estamos separados de Dios.

P. Si esa es la enfermedad, ¿cuál es la medicina?

R. La medicina es amor, paz, alegría y caridad. Hay muchos elementos. Para cocinar se necesitan varios ingredientes y condimentos. Para vivir una vida deliciosa, hay que saber cómo utilizar el ajo, el chile y la cebolla. Todos somos capaces de vivir una vida deliciosa, nuestras vidas no tienen por qué ser amargas. Para tener una vida deliciosa se necesitan nutrientes: meditar, rezar, leer libros que tengan una conciencia elevada. Si no, tendrás una vida amarga.

"Los hippies queríamos vivir en armonía. Hago conciertos para que la gente entienda que podemos existir en armonía, unión y respeto"

P. ¿Qué le parecía el papa Francisco, el primer papa latinoamericano?

R. Me parecía alguien más unido a la voz de la calle, la voz de la gente. A veces, cuando hablas con alguien, sientes como si hubiera una barrera de plexiglás entre tú y ellos. A mucha gente se le ha olvidado lo que es sentir dolor ajeno, lo que es curar, dar aliento a los demás. Yo trato de darle un pellizco de luz a las personas, para que se acuerden de que venimos de la luz de Dios y vamos a regresar a esa luz. En este planeta estamos de paso.

P. Es bien sabido que cuando usted se subió en 1969 al escenario de Woodstock para actuar iba completamente colocado de LSD. ¿Cree que algunas drogas pueden ayudarnos a establecer esa conexión con lo espiritual?

P. Drogas no, pero medicinas sí. Yo creo que las tres personas con la energía más fuerte para unir a las personas han sido Sly Stone primero, Jimi Hendrix y yo. Ha habido más artistas, pero nosotros tres fuimos los que pusimos más energía y más pasión para unir a la gente. Sly Stone y Jimi Hendrix están en el otro lado. Yo todavía estoy aquí. Y estoy más fuerte que nunca, gracias a Dios.

"Toda la música que viene del corazón me gusta. Si no viene del corazón, no me entra"

P. ¿Qué le parece la música de hoy? ¿Hay algún artista joven que le guste especialmente?

R. Todo lo que venga del corazón me gusta. Si no viene del corazón, no me entra. Derek Trucks me gusta. Me encanta Orianthi (Panagaris), la muchacha que toca la guitarra. De los grupos latinos me encanta La frontera. Y siempre estoy abierto para recibir música de África, a mujeres y hombres que traen nuevos colores, nuevos ritmos y nuevas melodías.

P. Lleva casi seis décadas en lo más alto, ha vendido más de 100 millones de discos. Hoy, sin embargo, ya no se venden discos, la música se escucha a través de plataformas. ¿Ha cambiado mucho la industria en estos años?

R. El agua es siempre agua, no importa en qué botella la pongas, da igual si va en una botella plástica o en una botella de vidrio. Agua es agua y la gente tiene sed, quiere beber agua, beber música. Da igual que la música hoy se escuche en streaming o a través de plataformas: el agua es agua y la gente tiene sed.

P. ¿Qué consejo le daría a alguien que está comenzando?

R. Ofrece tu corazón a Dios y ten fe en Dios. Dios es como un maestro de orquesta. Sabe cómo hacer para que tengas éxito, para que tengas mucha salud, para que tengas dinero y también paz en tu mente y alegría en tu corazón. Pero te tienes que poner en sus manos y dejar que él te dirija.

P. Usted nació en México, aunque se trasladó a vivir a Estados Unidos con su familia en los años 60. ¿Qué le parecen las medidas del presidente Donald Trump contra los inmigrantes?

R. Me parece un abuso, cosas de gente que piensa como changos y burros. La gente que piensa como ángeles y arcángeles celebramos y compartimos nuestra luz, nuestro amor, nuestra alegría. Y juntos vencemos al dragón del miedo. El problema de mucha gente es que tiene un sentimiento de superioridad, y eso viene de Europa. En México antes había armonía entre los apaches, los comanches, los aztecas; sus ciudades eran muy avanzadas. Pero de aquí, de Europa, vino el concepto de superioridad. ¿Cómo puedes decir que has descubierto algo cuando hay gente que ya está viviendo ahí? Yo creo que debemos de entrar a una era en la que el miedo y la estupidez no sean las armas. Yo creo en las armas de compasión masiva, en el ejército de la misericordia, la compasión y la armonía.

P. Dicen que usted se negó a tocar para tres presidentes. ¿Es verdad?

R. Sí, y también rechacé tocar para papas. No sentía unión con ellos. Me invitaban porque estaban perdiendo terreno y querían usarme como gancho para atraer a la gente. Pero a mí no me gusta que me usen. Yo no estoy en conflicto con nadie, solamente con el concepto de superioridad. Yo necesito igualdad y justicia.